JQ, mamá de una adolescente de 13 años, quien el 12 de noviembre se quitó la vida tras haber sido empastillada y abusada sexualmente la noche anterior, quiso hacer público el caso para pedir justicia. Según explicó, médicos del Hospital del Niños Eva Perón no habrían cumplido con su responsabilidad y tampoco lo haría el juez de Menores Fabricio Gershani Quesada, ya que el denunciado tiene 17 años y «aún no lo detienen”.
Según explicó, su hija, que cursaba segundo año en una escuela secundaria del norte, el 11 de noviembre pasado le habría dicho que se iba a la casa de una amiga y que volvería a las 19. Por comentarios le decían que la joven con quien había salido se drogaba y comenzó a preocuparse. Alrededor de las 22, cuando su hija no volvía denunció su desaparición en la Unidad Judicial 6, pero le dijeron que no podían intervenir.
«Mi hija volvió a las 4. Estaba que no podía mantenerse en pie, tenía marcas en el cuello. Es por eso que la llevé urgente al hospital. Ahí la atendieron rápido. La hicieron hablar con una psicóloga y le hicieron análisis de sangre. Yo les dije que no podía llevármela en ese estado, pero se negaron a dejarla un tiempo más. La dejé en casa y quedó dormida. Me fui a buscar a mi hijo a la escuela y cuando regresé ya se había matado”, explicó llorando.
La autopsia habría determinado que fue abusada carnalmente, que tenía lesiones tanto vaginales como anales. «Ella me dijo el nombre del chico, pero como es menor no han siquiera investigado. Ya pasaron dos meses y aún no pasa nada. La Justicia de Menores me quiere investigar a mí y a mi marido y a toda la familia. Yo no tengo problemas, pero esto es solo dilatar”, explicó.
«Les di la ropa que ella tenía. Me dijeron que iban a hacer un estudio de ADN, pero ya creo que es tarde porque al chico este aún no lo llamaron. Dicen que van a hacer una evaluación psicológica para ver si ella se llevaba mal con nosotros. Pero existió un abuso, cómo pueden seguir dando vueltas. Él sigue libre, mi hija me dijo que fue él”, manifestó angustiada.
